A veces estamos tan enfocadas en alcanzar nuestras metas que olvidamos que a nuestro alrededor hay personas que con solo una palabra, una idea, un empujoncito son capaces de lograr grandes cosas. Hoy te invito a ser ese puente de bendición para esa Sister que te necesita. Olvídate un poco de tu ajetreada agenda, date permiso para apoyar a otras y decide inspirarlas con tu respaldo genuino. Cuando tu das de lo que tienes, Dios se encarga de darte mucho más. Les cuento que ayer recibí una noticia muy especial de una de mis Sisters que ha estado tomando sesiones de coaching conmigo. El motivo era para compartir un notición sobre un proyecto que está trabajando. El evento en sí es maravilloso y lo celebramos juntas porque son de esos de repente que nos reafirma que los esfuerzos y enfoques en lo que anhelamos se pueden lograr. Sin embargo, dentro de la celebración ella me indica que una vez recibió la buena noticia en quien primero pensó para compartirla fue en mi. Y eso me derrite el corazón de amor porque me reafirma que como coach profesional mi labor es crear escenarios para que ellas conecten con su parte más auténtica, con sus deseos reales y con ese propósito que todas tenemos asignados de forma magistral. Conviértete hoy en ese canal que impulse a otras a lograr su propósito, porque cuando lo haces, el tuyo se reafirma.